Las filosofías personales y profesionales de Georg J. Riedel son idénticas. "Soy una persona que vive el aquí y el ahora sin mirar atrás", afirma el director de Riedel Glas Austria, propiedad familiar desde 1756. De una rica tradición, este fabricante de vidrio europeo, con sus 1.200 empleados, produce anualmente unos 50 millones de productos de cristalería. A través de las compañías de venta de su propiedad en EE. UU., Canadá, Alemania, Reino Unido, Japón, Australia y, más recientemente, China, el negocio familiar cuenta con presencia en el mercado de 125 países. Las ventas totales ascienden a 230 millones de euros. "Nuestro compromiso con la calidad requiere una innovación constante. Por lo tanto, invertimos regularmente en la modernización de nuestras instalaciones de producción, creando un número importante de nuevos puestos de trabajo en diversos mercados", explica Riedel. Basándose en una moral tradicional de visión de futuro, la compañía está hoy dirigida por las generaciones 10ª y 11ª de la familia Riedel, Georg Riedel y su hijo Maximilian Riedel, quien algún día será su sucesor.
Este innovador enfoque comenzó en 1956, cuando Tiroler Glashütte se convirtió en una empresa de prestigio internacional. Este éxito estaba basado en un producto fantástico, concebido en primer lugar por Claus J. Riedel (9ª generación), cuya creatividad y sentido de la forma llevó a la creación de una copa ultrafina que permite que el vino desarrolle su verdadero sabor. Trabajando de cerca con su padre y, por consiguiente, con un grupo de expertos, enólogos y empleados, Georg Riedel fue pionero en el desarrollo de colecciones de copas pensadas para el vino y específicas para cada varietal. Por medio de varias innovaciones en la tecnología de producción, Riedel triunfó a la hora de expandir la gama de excelentes copas Riedel Sommeliers, hechas a mano. Tras su nombramiento como Director Ejecutivo, llevó a la compañía a un gran éxito, utilizando su experiencia operacional y su competencia económica. En 1986 introdujo la series de copas de referencia Vinum, las primeras copas de cristal fino hechas a máquina y específicas para cada varietal. La serie Vinum, con un precio económico, ayudó a la compañía a acceder a un público nuevo. Esto sentó las bases para el éxito mundial de la marca y su seguimiento internacional. Sobre su contribución al crecimiento de la compañía, Ridel ha afirmado: "Nosotros, los Riedel, tenemos mucha suerte, pero también contamos con inteligencia, diligencia y pasión".
Georg Riedel ha promovido este enfoque completamente nuevo hacia las copas de vino a escala global; primero, funcionalidad, seguida de belleza, ejecutado con una perfección incomparable. Según explica: "Hemos desarrollado degustaciones en todo el mundo; formamos aproximadamente a unas 40.000 personas cada año utilizando vinos de todas las regiones, donde demostramos cómo la copa correcta mejora la experiencia de beber vino". Sus décadas de experiencia en las catas de vino y su profunda comprensión sobre el diseño le han enseñado a extraer, del mejor modo posible, la expresión de los varios componentes del sabor del vino para su máximo disfrute. En esta filosofía y búsqueda, el amor y la pasión que Riedel tiene por el vino le han convertido en un experto en la materia, respetado por los mejores enólogos y sumilleres del mundo. Los críticos de vinos están de acuerdo en que Riedel produce la copa perfecta para cada amante del vino. Los importantes críticos Robert M. Parker y Michel Bettane se han convencido de la importancia fundamental que una copa tiene sobre un vino.
En 2008, la revista Time elogió a esta familia austriaca cristalera por "contribuir más al deleite de los amantes del vino durante los últimos 50 años que prácticamente cualquier dinastía de enólogos". Riedel se unió a la compañía familiar como contable en 1973 y, desde 1994, ha ejercido las funciones de Director Ejecutivo. Durante más de 35 años ha viajado alrededor del mundo para compartir su mensaje, desarrollando nuevos mercados y asegurando las sólidas bases económicas de la compañía. ¿Qué es lo que le motiva? "La familia Riedel lo había perdido todo tras la Segunda Guerra Mundial y necesitaba volver a empezar de cero. Mis antepasados se lo propusieron, con la suerte de su lado, mirando al futuro y actuando consecuentemente", explica. "De ahí adquirí mi sentido del deber. No temo a nada salvo al fracaso. No debo ser el último en la historia de la compañía y, lo que es más importante, no quiero perder la buena reputación de la compañía. Mi autocrítica jamás me permitirá estar satisfecho. Siempre me hace avanzar". ¿Los planes para los próximos años? "Mi sueño es desarrollar vasos para bebidas no alcohólicas que creen también experiencias memorables en los consumidores. Imagino tazas para café de alta calidad, complejos tés o incluso vasos para agua mineral. La sensualidad del sabor muestra que los diseños del tipo de los de Riedel pueden fabricarse también para estas bebidas".
La importancia de la familia Riedel en la historia de Europa Central - la línea Bohemia data de 1673 - también da forma a la personalidad de Riedel y a su compromiso con la continuidad y perseverancia. "Con 30 años comencé a correr. He participado en diez maratones y regularmente realizo expediciones de senderismo de montaña", explica. "Forman parte fundamental de mi vida. Me ayudan a encontrar la paz necesaria para relajarme y pensar". Riedel y su mujer, Eva, están casados desde 1973, cuando se conocieron durante su época de estudiante en Viena. Es un padre dedicado a sus hijos, Maximilian y Laetizia, y abuelo de cinco nietos. En ellos, la 12ª generación, ve orgulloso el futuro de la dinastía. Georg Riedel nació en 1949 en Innsbruck, Austria. Curiosamente, un año maravilloso para la cosecha del Bordeaux.
CRONOLOGÍA
1973 Se une a la compañía, estableciendo un sistema de control financiero
1986 Introduce la colección Vinum, que se convierte en la serie con mejores ventas de Riedel
1979 - 2011 Creación de las compañías filiales en EE.UU., Canadá, Alemania, Japón, Reino Unido, Australia y China
1996 La revista Decanter entrega a Georg Riedel el premio Decanter Man of the Year
2004 Adquiere la empresa alemana Nachtmann, junto con la marca Spiegelau de accesorios de vino, fusionándolas bajo el nombre "Riedel Glass Works"
2006 Premio de Honor por Servicios a la República de Austria
2007 Premio de Honor del Estado del Tirol