Mundo del vino
No todos los vinos se pueden clasificar como tinto, blanco o rosado. Algunos llevan consigo el atrevimiento de los licores y la elegancia del vino. Los vinos fortificados como el jerez, el oporto o el madeira se han disfrutado durante siglos, celebrados por su longevidad, intensidad y su lugar único en la mesa. En este blog, exploramos el fascinante mundo de los vinos fortificados y aromatizados. Qué son, cómo disfrutarlos y qué vaso o copa RIEDEL les hace brillar. Prepárese para alzar su copa a los licores más olvidados del mundo del vino.
Estilos comunes:
Los vinos fortificados son vinos reforzados con alcohol destilado. Los vinos aromatizados, además de estar fortificados, se infusionan con extractos botánicos, hierbas y especias, como el vermut o la quina. Tanto los vinos fortificados como los aromatizados funcionan a la perfección como aperitivos o digestivos, y son ingredientes clave en cócteles clásicos como el negroni, el martini o el manhattan.
Acompañe un fino con tapas o aperitivos salados, y el PX con helado de vainilla o queso azul.
Estilos de oporto:
Perfecto para acompañar queso Stilton, chocolate negro o nueces.
Estilos a conocer:
Es el único vino que podemos olvidar en el armario durante una década… y que quizá sepa aún mejor después.
A diferencia de los vinos fortificados tradicionales, el vermut, el americano y el vino quinado son vinos aromatizados con hierbas, cortezas, cáscaras de cítricos y más. Aunque son famosos como ingredientes para cóctel, las versiones premium merecen disfrutarse solas o con hielo.
Consejo de experto: pruebe un vermut seco bien frío con aceitunas como aperitivo, o un vermut dulce con piel de naranja y un toque de soda como copa ligera para terminar el día.
Consejos para servir:
RIEDEL Vinum Copa Oporto: perfecta para oportos ruby y tawny.
RIEDEL Sommeliers Copa Jerez/Tequila: mejora los aromas delicados del jerez y la esencia intensa del tequila.
RIEDEL Veloce Copa Sauvignon Blanc: ideal para saborear el vermut preferido.
Están infravalorados y son incomprendidos, pero son tremendamente versátiles. Los sumilleres los utilizan para limpiar el paladar, cerrar una comida o iniciar una conversación. Su complejidad, capacidad de envejecimiento y métodos de elaboración únicos los convierten en un arma secreta en manos de un experto, especialmente si se sirven en la copa RIEDEL perfecta.
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